Sigue tan
puntual, constante, inalcanzable y perfecto como hace millones de años atrás;
desde antes que los humanos tomaran conciencia y comenzaran a estudiarlo, adorarlo, hasta calar tan profundo en la
mente que sin darse cuenta se hace mención de Él y sus características, sobre
todo al hablar sobre cosas positivas, perfectas o eternas.
Lo único
seguro –además de la muerte- es que mañana saldrá el Sol, Él es quien ha
marcado el tiempo diurno, los días, los meses y años; es el punto de encuentro
entre culturas primitivas y razón de muchos paralelismos culturales entre
pueblos antiguos de continentes separados. De Él depende nuestro reloj
biológico y la fotosíntesis se nos presenta como alimento y energía de donde
indirectamente absorbemos, el Sol.
Su simbolismo
es amplio, el más antiguo y permanente es sobre todo el de divinidad, es el
Dios impregnado en todas las religiones, entendiendo religión como la relación
de los humanos con lo divino. Del Sol provienen las características con que se
designa lo divino, pues resplandece, es inalcanzable, único; proporciona
energía y poder; es fuente de riqueza e iluminación; símbolos como el aura, lo eterno, el todo, el centro; se
ven reflejados en el disco solar; además orienta y da alegría.
De Él dependía
el poder de quienes gobernaban al predecir cuándo sembrar, cosechar, y al
simular apagarlo por un momento durante un eclipse autenticaban su dominio
divino. Es casi inimaginable no tenerlo, pues sin Él todo es caos, muerte,
tinieblas, los peligros de la noche se desatan y se vive en ignorancia, un
agujero negro que todo devora. Cada
símbolo de riqueza lo refleja y es el oro sus rayos hechos carne. Sus colores
nos motivan alegría, vida y energía. La lengua inglesa le dedica uno de los
días de la semana –Sunday- y sin Él la promesa del arcoíris no se llevaría a
cabo.
Aunque ha
estado desde nuestro nacimiento y de Él se podría escribir un número grande e
indeterminado de páginas; aunque está cada día sobre nuestras cabezas y se han
estudiado por siglos; aun se nos presenta desconocido pero perfecto, y si bien
se nos presenta perfecto es tangible no abstracto, pero inalcanzable.
A veces lo más obvio es lo que pasa desapercibido
pero por más que se quiera con un dedo no se tapa el Sol.
2 comentarios:
Y PENSAR QUE A PESAR DE SU MAJESTUOSIDAD, ES UNA PARTE MUY PEQUEÑA PARTE DE NUESTRO UNIVERSO... !QUE PEQUEÑOS SOMOS!
Y PENSAR QUE A PESAR DE SU MAJESTUOSIDAD, ES SOLO UNA PARTE MUY PEQUEÑA DE NUESTRO UNIVERSO... !QUE PEQUEÑOS SOMOS!
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